lunes, 5 de septiembre de 2011

Sonia Miranda: "En mi vida se canta por alegrías y espero que siga sonando el tirititrán”


Llega puntual, a compás y flamenca con su pañuelo de lunares para taparse la garganta porque hay que cuidar la voz que es su instrumento de trabajo. La cita es en Casa Joaquín, un bar ubicado en los albores de la calle Real, un auténtico emblema para los flamencos. Tío Sordera, su sobrino José Mercé, Juan Habichuela o Pansequito han degustado sus tapas. Incluso hay una anécdota del gran Moraíto Chico (que en gloria esté) que tras jamarse un gallopedro exclamó con esa gracia con la que estaba tocado: “Estaba pa acostarse con él”.
Reciben a Sonia como una parroquiana fiel de este pequeño templo flamenco. Antes de sentarse ya tiene su tapa de huevos revueltos y su cerveza. “Voy a aprovechar ahora que antes de cantar no bebo porque se me olvidan las letras”, afirma mientras sonríe. “Tomad unos higaditos de rape. Apunta periodista”, interrumpe con gracia Joaquín.


                                             Foto: Juan Sánchez

Miranda es un paradigma de mujer andaluza, parece extraída de un cuadro de Julio Romero de Torres. Es una apasionada de los toros y una faena bien hecha le pone el vello de punta. Asegura que al cante también hay que cogerlo por los cuernos “porque está todo el mundo pendiente de tí”.

Habla bajito con su voz almibarada, templada como la soleá, acepta su timidez que sólo se disipa cuando sube al tablao. Una vez sobre el escenario lo da todo “ya sea en la peña más pequeña o en el auditorio más impresionante, hay que saber torear en todas las plazas”. En la ducha no canta flamenco, sólo por Jorge Drexler o Caetano Veloso. Su vida suena por alegrías porque vive un “buen momento familiar y profesional y espero que siga sonando el tirititrán y el lereleré”. A sus dos niños de siete y cuatro años no les gusta el ‘falenco’ (como ellos dicen). “Desde chicos les decía que me iba al médico y cuando descubrieron que iba a actuar ya no les gusta porque los dejaba siempre solos”, asevera.
Valora mucho la compenetración con el tocaor, ese diálogo entre la sonanta y la voz. Cree en el duende, en ese poder misterioso que definió Lorca a la perfección, esa magia que sube hasta la garganta por dentro desde la planta de los pies. “Se produce cuando el guitarrista y el cantaor son una persona y la gente lo está sintiendo, es un momento de gozo que no se puede explicar. Ahí se puede decir que ha llegado el duende o un hada madrina”, expresa con salero.

Su cante ha madurado como el buen vino y ha adquirido ese poso de conocimiento que aporta el paso del tiempo. “Ahora sé lo que quiero, antes cantaba todo lo que escuchaba y ahora creo que tengo mi propio estilo, no quiero asemejarme a nadie aunque algo me pareceré a los antiguos”, espeta. Ha bebido de fuentes magníficas y diversas como la Niña de los Peines, Tomás Pavón, Caracol, Fernanda y Bernarda, Juan Varea o el Niño Barbate. Ella también enseña flamenco y se siente orgullosa de transmitir este arte en el Conservatorio de Almería y en la Escuela de Música de Roquetas.

Está elaborando a fuego lento su segundo disco que verá la luz pronto y tendrá como ingredientes seguiriyas, tientos, serranas, bulerías, soleá por bulerías y cantiñas. En su segundo ‘garabato’ colaborarán José Antonio Rodríguez, Miguel Ángel Cortés, José María Molero, Francis Hernández y Antonio Luis López, a la guitarra; Tomás Santiago, al bajo; Ezequiel, al contrabajo; Octavio, al chelo; Sergio Monroy al piano e Isabel Guirado pondrá los pies al baile.

A estos tiempos que corren con la crisis por bandera, Sonia lecantaría por soleá con la letra que hacía Fernanda: “Estás como las gallinas / tú no parabas de escarbar / y echarte la tierra encima”. De hecho, la regala a los aficionados de ‘Casa Joaquín’, despacito y a compás. Ole, Sonia y como dicen los flamencos: a seguir echándole papas.


4 comentarios:

  1. Te estás haciendo un verdadero especialista en valores flamencos.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Juan, aunque cada vez que me adentro más me doy cuenta que sé menos de este arte tan rico. Pero bueno, es cierto que llevo ya muchas entrevistas con bastantes artistas, tanto promesas como consolidados. El día que entreviste (si lo logro) a Paco de Lucía me plantearé hacer un libro con todas las que llevo realizadas. Un abrazo.

    ResponderEliminar