Cada artista encierra miles de vivencias o anécdotas salpicadas de arte, aunque en nuestro protagonista la mayoría rebosan amargura. No quiero extenderme mucho y voy a contar solo dos historias de este cantaor que siempre se salió del tiesto pero nunca de compás. En 1994 lo avisaron para cantar en el Festival de Alhaurín de la Torre para homenajear a su amigo y admirado Camarón. Andaban muy tiesos de presupuesto y 'El Álvarez' fue sin cobrar un duro, sólo para honrar la memoria del de la 'Isla'. El cartel de esa noche lo completaban 'El Lebrijano', 'Fosforito', 'El Cabrero', Calixto Sánchez, Juanito Villar, Rafael Rocha y Juan Delgado. Casi ná. Era una de las pocas veces que este cantaor 'bizarre' accedió a actuar en un festival . Causó revuelo en el pueblo malagueño y al año siguiente lo quisieron llevar de nuevo. Le ofrecieron una buena 'morterá de jurdeles', pero él se negó.El año anterior no había cantado por dinero, sino por y para José Monge Cruz. Genio y figura.
Pero hay otra anécdota aún más vehemente. En una fiesta en la que se había hinchado de cantar, al llegar la hora de repartir el parné, 'El Alvarez' la única rubia que vio fue la Cruzcampo. Indignado, preguntó qué pasaba con el injusto reparto y al final se dignaron a 'aflojar guita'. Lejos de contentarse con haber cobrado dos mil duros de la época, sacó un mechero y los quemó ante el asombro de todos. "En mi casa estábamos tos esmayaos, pero yo los quemé porque en mi hambre mando yo, que ya es una pena mu grande tener hambre y mucho más que quieran mandar también en mi hambre", espetó este 'canijo' tan grande. El temperamento y la valentía de este real romántico tendrían que ser un paradigma para la sociedad en la que vivimos. Somos dignos de estar indignados como 'El Álvarez' cuando quisieron jugar con su dinero y, sobre todo, con su honor. Espero que toda esta indignación colectiva, este quejío de una buena parte de la sociedad (digan lo que digan los 'gatos mojaos') continúe para que no sigan eligiendo por nosotros el menú de cada día, dándonos 'cucharás' como a mascotas domesticadas o, aún peor, que quieran mandar en nuestra hambre.
Os dejo una perla de este cantaor que podría haber barrido a muchos, pero prefirió las calles malacitanas. Sublime por fandangos:
http://www.youtube.com/watch?v=-X4BV1GdC5I
Os dejo una perla de este cantaor que podría haber barrido a muchos, pero prefirió las calles malacitanas. Sublime por fandangos:
http://www.youtube.com/watch?v=-X4BV1GdC5I
Felicidades amigo
ResponderEliminarole y ole. me ha encantado
ResponderEliminarMuchas gracias, compañero. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, matriarca. Espero que todo vaya de lujo por la tierra del Albayzín. Un beso.
ResponderEliminarEjemplos como el de "El Canijo", según tu interesante texto,no son frecuentes, cada vez menos, pero nos hacen seguir creyendo en la dignidad de la persona por encima del dinero.
ResponderEliminarPues sí, Juan, llevas toda la razón del mundo, debemos seguir creyendo más en los valores morales que en los del 'poderoso caballero'. Siguiendo con los ejemplos flamencos y con lo que tú dices, hay una letra que lo ejemplifica claramente. Reza así: 'La mentira y el dinero / viven en palacios de lujo / sin embargo la verdad / se muere en un cuarto muy oscuro / y nadie la quiere escuchar'. Un abrazo.
ResponderEliminarBuen texto. Otra cosa (curiosidad) hace unos días el Canijo actuó en Madrid en una maratón de radio. ¿cobró?. Un Abrazo Antonio
ResponderEliminarMuchas gracias, Rafael. Pues el de la maratón de radio fue el Canijo de Jerez, el de los Delinqüentes, que no tiene nada que ver con este que es de Málaga. Además, a este algunos le llaman 'El Canijo', pero es más conocido como 'El Álvarez'. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno Mocho, muy bueno. Que bien enlazada la interesante historia de este hombre con la indignación que puebla nuestras plazas y almas. Abrazos vietnamitas.
ResponderEliminarGracias y un fuerte abrazo hasta tierras asiáticas.
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