Tras
una larga temporada sin escribir sobre ese vasto y fascinante mundo de las
letras flamencas, vuelvo a traer unas cuantas perlas literarias tan venustas
como vetustas pero que tienen paralelismos evidentes con la actualidad.
En
esta temporada donde muchas personas sufren esa palabra tan maligna como manida
llamada crisis, algunos pensarán en esta letra por bulerías a la hora de firmar
esos contratos basura con condiciones lamentables:
Yo no tengo más remedio
Que agachar la cabecita
Decir que lo blanco es negro.
Y
a pesar de todo hay que poner buenas caras y estar agradecidos como atestigua
este martinete:
Desgraciaíto aquel que come
El pan de manita ajena
Siempre pensando en la cara
Si la pone mala o buena.
Algunos
no tienen ni siquiera tienen la “suerte” de encontrar esos minijobs y caen en
la desazón recordando esta letra:
Sentaíto en la escalera
Esperando el porvenir
Y el porvenir nunca llega.
Por
ejemplo estas dos letras vienen al pelo para el “gran Fran” o el “pequeño
Nicolás” como ustedes prefieran llamarlo:
Si tuvieras olivares
Como tienes fantasía
El río de Manzanares
Por tu puerta pasaría.
Los surcos de mi besana,
Están llenos de terrones,
Y tu cabeza, serrana,
Está llena de ilusiones,
De ilusiones, pero vanas.
El
caso del “pequeño Nicolás” es un claro ejemplo de cómo una persona puede llegar
a adentrarse en las más altas instancias del poder a través de arrimarse a
contactos influyentes. El “tanto tienes, tanto vales” llevado a la máxima
expresión. Así lo expresaba ya esta copla popular recogida en el Cancionero de
Rodríguez Marín en 1881:
¿Tiene biñas y olibares? (aparece así la ortografía, no me linchéis)
Cantare, cantare
¿No tiene biñas y olibares?
Andare, andare.
Aunque
no sólo ese chaval tiene fantasía en este país de roneadores y farsantes. Su
amigo Rajoy también vive en mundos oníricos cuando afirma que la crisis ya es
historia en nuestro país. Esta letra le viene de lujo:
Tienes mucha fantasía
Parece que tú has pisao
La flor de la tontería.
Nicolasito
tenía muchos más amigos como Arturo Fernández, el hombre que compra las
aspirinas más caras de España con su oscura tarjeta. Vaya esta letra para él y
todos sus compañeros de Bankia que tenían tarjetas fantasma con gastos reales:
Permita Dios que te veas
Como el gallo de Morón
Sin chaqueta y sin calzones
Y también sin camisón.
Y
es que como diría José Mota, lo de estos señores era ya “ansía viva” y una
desfachatez tremenda hurtar de esa manera mientras estafaban a pobres
ahorradores con las preferentes. Pero ya lo dice esta letra por soleá:
El que junta más dinero
Tiene menos compasión,
Parece que la riqueza
Endurece el corazón.
Otro
fichajazo de este país que se merece una letra es Carlos Fabra, que seguro que
el próximo lunes seguirá desde la cárcel el sorteo del Gordo para ver si
conserva su desaparecida fortuna mientras piensa en esta letra:
El carro de mi fortuna
Poco tiempo me duró,
Cuando más a gusto estaba
El eje se me quebró.
En
este mundo donde la mentira siempre pretende reinar, hay que pensar en esa
máxima flamenca:
El hilo de la verdad,
Por mucho que lo adelgacen,
En la vía quebrará.
Y
ahora que llegan estas fechas navideñas habrá que olvidar un poco las duquelas
y alegrarse con la familia y la jamancia como refleja esta letra:
Mira si estamos contentos
Que el ruido de la olla express
No se para ni un momento.
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